martes, 15 de septiembre de 2015

La raíz del rosal (Gabriela Mistral).

He aquí lo que hablaron cierto día, al encontrarse, un hilo de agua y una raíz de rosal: 
-Vecina raíz, nunca vieron mis ojos nada tan feo como tú. Cualquiera diría que un mono plantó su larga cola en la tierra y se fue. Parece que quisiste ser una lombriz, pero no alcanzaste su movimiento en curvas graciosas y sólo le has aprendido a beberme mi leche azul. Cuando paso tocándote, me la reduces a la mitad. Feísima, dime, ¿qué haces con ella? 
 Y la raíz humilde respondió: 
-Verdad, hermano hilo de agua, que debo aparecer ingrata a tus claros ojos. El contacto largo con la tierra me ha hecho parda, Y la labor excesiva me ha deformado, como se deforma el brazo del obrero. También yo soy una obrera; trabajo para la bella prolongación de mi cuerpo, que mira al sol... Es a ella a quien envío la leche azul que te bebo; para mantenerla fresca, cuando tú te apartas, voy a buscar los jugos vitales, lejos, rompiendo penosamente con mi pequeño dedo las tierras duras. Hermano hilo de agua, sacarás cualquier día tus platas al sol. Busca, entonces, mi prolongación hacia arriba, verás la criatura de belleza que soy bajo la luz. 
 El hilo de agua, incrédulo, pero prudente, calló, resignado a la espera, para saber la verdad. Cuando su cuerpo palpitador, ya mas crecido, sacó sus platas al sol, su primer cuidado fue buscar aquélla prolongación de que la raíz hablara. ¡Y, oh, Dios, lo que sus ojos vieron! Primavera reinaba espléndida  y en el sitio mismo en que la raíz hundía, una forma rosada, graciosa, engalanaba la tierra. Se fatigaban las ramas ligeras bajo una carga de cabecitas rosadas, que hendían el aire, hasta muy lejos, aromoso y lleno de secreto encanto. Hombres y bestias se detenían ante el arbusto magnífico, vestido entero de gasa fragante. El arroyo (porque ya había crecido y era un arroyo) desvió sus platas hacia el rosal, para verlo mejor. Y éste, como si recordara su deuda, le deshojó sobre las aguas trémulas cuatro rosas que las perfumaron. Y el arroyo se fue, meditando por la pradera en flor: 
-¡Oh, Dios! ¡Cómo decía verdad la raíz humilde! ¡Oh, Dios! ¡Cómo lo que abajo era hilacha áspera y parda, se torna arriba seda rosada! ¡Oh, Dios! ¡Cómo hay fealdades que son prolongaciones de belleza! 

32 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Te voy a pedir un poco de respeto a nuestra Premio Nobel, a la literatura y la naturaleza

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  2. que maravilla !! que forma tan sabia y hermosa para referirse a la naturaleza a lo que cotidianamemte observamos sin entrar en esa reflexion

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  3. Creo que escribir en un arte que Dios que no todos podemos poseer ;porque realmente este texto le da un sentido hermoso a lo que aman la naturalezs,en su explendor de la hermosura de las planta,su frases donde la raíz se hundian surgía la hermosura de la tierra rosada engarlanaban a su alrededor.
    .

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  4. Bien merecido su premio, escribir no es para toda persona, Mistral dedicó toda su vida a la literatura, y bien que lo hizo.

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  5. cuando fui niña en el cole leímos este relato , y hasta el día de hoy lo recuerdo ( ya tengo 54 ) , saludos
    https://plabrdelcamino.blogspot.com

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  6. Esto estaba en un libro de comunicación cuando yo estaba en tercer año de primaria en Paraguay, hoy más de veinte años después me vino a la mente el título y lo busque y lo volví a leer

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  7. alguien me puede me puede decir que clase de texto es

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  8. Quienes son los personajes prinsipales

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  9. Respuestas
    1. Hermoso texto! Si muchos adolescentes apreciaran la lectura, nuestra población tendría menos antivalores. Que vivan las personas que aportan un granito de arena a este mundo.

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  10. holaa quiro saber que significa !Como lo que abajo era hilacha aspera y parda se torna arriba belleza rosada! !Como hay fealdades que son prolongaciones de belleza!...

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  11. Muy bonito cuento me encantó ese es el cuento k estamos trabajando en nuestro centro

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