jueves, 17 de septiembre de 2015

Fahrenheit 451 (Ray Bradbury).

-Pero sobre todo me gusta observar a la gente. A veces me paso el día en el tren subterráneo, y miro y escucho a la gente. Me gusta imaginar quiénes son y qué hacen y a dónde van. A veces hasta voy a los parques de diversiones y me subo a los automóviles de reacción cuando corren por los suburbios a medianoche y a los policías no les importa con tal que la gente esté asegurada. Con tal que tengan una póliza de diez mil, todos contentos. A veces me escurro por ahí y escucho en los subterráneos. O en los bares de bebidas sin alcohol. ¿Y sabe una cosa?
-¿Qué?
-La gente no habla de nada. 

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