jueves, 17 de septiembre de 2015

Rockeros celestes (Darío Oses).

Vi que Milena extendía su mano en la oscuridad para que él le ensartara la sortija en el dedo anular. Ella palpó el anillo.
-¿Qué son? -preguntó-. ¡Que horror, parecen serpientes!
 Gabo se puso a reír.
-No, son caracoles -respondió-. ¿Has visto cómo se aman los caracoles? Se abrazan y entrelazan sus cuerpos lubricados, se recorren, se confunden e intercambian aceites nupciales. Los caracoles no tienen rostro. Se aman a ciegas. Así te ofrezco mi amor esta noche. Quiero tomarte por esposa sin conocer tus ojos, ni el arco de tu sonrisa ni la textura de tus labios. 

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